Al
llegar a Marte la expedición Zeta, la nave sufre un aparatoso
aterrizaje y cae en una cueva oscura y tenebrosa.
ASTRONAUTA:
(visiblemente asustado). ¡Ay, ay ,ay! ¿Cómo voy a salir de
aquí?
NASA:
Encienda una bengala para que la vea el astronauta que está en la
nave.
ASTRONAUTA:
(Dudoso). ¿Pero eso funciona en el espacio?
NASA:
Pues...Ahora que lo dices...No creemos que funcione, pero no sabíamos
qué decirte para tranquilizarte.
NASA:
(Pensando que el micrófono está apagado): La verdad es que
este tío es un plomo que no vale para nada. Ya se apañará, que
vuelva como pueda.
NASA:
(Recuperando la conexión con el astronauta): Crrrgg,
crrrrgg...La conexión se está cortando...Crrrggg...Adiós, que te
lo pases bien...Crgggg.
ASTRONAUTA:
(Contrariado y rabioso). ¡¡No me colguéis!! ¡¡Que el micrófono
estaba encendido y os he escuchado!!
NASA:
(Totalmente descubiertos). Oh, oh...
ASTRONAUTA:
(Decepcionado con el mundo). ¿No me quitaré el traje a ver si
reviento?
Afortunadamente
no se lo quita. Pero lo que no sabe nuestro astronauta es que un
extraterrestre lo está observando desde el punto más oscuro de la
cueva.